YO++ . Instalación Multimedia


Instalación Multimedia


::: estreno
Game on! El arte en juego. CCEC. 2013


::: sinopsis
Cada vez más estamos bajo situaciones de carga de datos para configurar nuestro usuario, poniéndole foto, nick, armando un avatar para un juego o una red social, eligiendo y descartando posibilidades de qué mostrar. Observando luego nuestra representación lista para interactuar. ¿Qué sucede si alteramos los roles, y si es nuestra representación la que nos observa? Nuestro avatar quien nos mira. De este hecho parte la obra.

Estética de video juegos de los 80s.
El espacio casi vacío de la instalación, simula una pantalla de video juegos de plataformas: contiene textos sobre el piso que indican puntaje y vidas, y un tv donde -a la vez- se ve un Video Game muy parecido al del espacio. Los que ingresan a esta habitación son captados por una cámara, alterados e insertados mediante un sistema interactivo en este Video Game de la tv, bajo la clásica estética pixelada de los juegos de los años 80s. En el Video Game también hay una tv con la misma estética, en donde -de tanto en tanto- aparece la imagen real de las personas que están frente al tv: sin procesos, ni alteraciones.


El sujeto y su representación.
Tenemos aquí la habitación y su representación, personas y avatares. Si estuviéramos nosotros allí, en el mejor de los casos nos ocurrirían 2 situaciones diferenciadas:

_Primero. Un proceso de identificación con nuestra representación, con nuestro avatar. Sentimos que ahí estamos, manipulándolo, -y en cierto modo- somos él.

_Segundo. Sucede un cambio de roles de observador/observado. En el tv del Video Game aparece por instantes nuestra imagen real. Y en ese momento nos descubrimos desde nuestro avatar. Y aquí sucede un quiebre que me interesa particularmente, poniendo en evidencia distancias, similitudes, entre el avatar que nos representa y nosotros mismos. De aquí surgen interrogantes que podemos trasladarlos a situaciones de nuestra realidad repleta de redes sociales virtuales, en donde hay avatares que se han vuelto mas nosotros, que nosotros mismos.


La no funcionalidad del arte.
En todo video juego hay metas. Es parte esencial para que sea un juego. En el video juego de la instalación pareciera se juega a nada. Los objetivos no son claros y lo que da puntaje y te hace pasar de nivel, menos. Esto impacienta a tantos, y sobre todo a los que buscan la funcionalidad de las cosas. Pero el arte no tiene porque ser útil como lo es un lavarropas, o el timbre de una casa. Elementos que sabemos perfectamente para que sirven. En el mejor de los casos, la obra de arte al no contar con una causa-efecto obvia activa subjetividades, puntos de vista, emociones, y –lo que quisiera que suceda en esta obra en particular- sensaciones encontradas al mirarnos a nosotros mismos desde este Yo ampliado, o capaz disminuido, según la perspectiva de cada uno.

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